La jota aragonesa es la manifestación del folclore en Aragón.
Conviven con ella otras formas musicales (mazurcas, paloteados, villanos, boleros o valses por citar solo algunos ejemplos), aunque la interpretación de la jota en Aragón tiene un carácter peculiar y distintivo que ha hecho que sea conocida en el ámbito nacional e internacional, hasta el punto de que compositores de música culta españoles y foráneos se han servido de ella en sus obras.
En palabras de uno de sus más concienzudos estudiosos, Miguel Manzano:
"En Aragón ha surgido, aproximadamente desde la mitad del siglo XIX, una forma muy especialísima de cantar la jota en estilo adornado y a ritmo muy lento, y con un repertorio y ejecución también muy característicos de acompañamiento de rondalla. Esta especie de jota es la única que puede denominarse con toda propiedad jota aragonesa, porque es creación personal y exclusiva del pueblo aragonés, que además lo ha conservado, fomentado, y desarrollado con un empeño muy especial y continuado."
Sus orígenes no están muy detallados ya que han sido numerosos los autores que le otorgan una procedencia árabe, sobre todo en los valles del Alto Aragón ,donde habitaba la población morisca.
Sin embargo, los estudios que Tomás Bretón realizó en 1890 con motivo de la escritura de la zarzuela La Dolores establecían grandes diferencias con la música islámica, sobre todo por su habitual modo mayor. Para él el origen sería italiano, pues la jota se revela técnicamente similar a la música del Carnaval de Venecia.
La jota, está presente en la mayor parte de la geografía española.
El género, tal y como se conoce en la actualidad, se conforma a finales del siglo XVIII o principios del XIX. Hay quienes defienden que la etimología del término proviene la palabra árabe «xotah» (saltar rítmicamente),A pesar de todo, la mayoría de los estudios actuales muestran que hay muchas jotas en modo menor e incluso existe la llamada «jota mora», y que su compás ternario de 6/8 es habitual en la música popular española, siempre influida por la música andalusí.
El baile precede al canto de la jota, lo que vendría respaldado por el hecho de que no se conozcan letras de jota anteriores al XIX.
Cuando encontramos a principios del siglo XIX el género consolidado, se utilizan cuartetas, coplas o «cantas» que se adaptan a una música que consta de un ritornello y siete frases musicales.
Por ello los versos de la cuarteta se repiten añadiendo una entrada y una vuelta a la copla, con la siguiente estructura:
si partimos por ejemplo de la cuarteta:
"La torre del Salvador
le dijo a su compañera
no tengas miedo mañica
que con Teruel no hay quien pueda".
Entra en (verso 2): «le dijo a su compañera»,
frase musical (verso 1): «La torre del Salvador»
frase musical (verso 2): «le dijo a su compañera»
frase musical (verso 3): «no tengas miedo mañica»
frase musical (verso 4): «que con Teruel no hay quien pueda»
vuelta (verso 4): «que con Teruel no hay quien pueda»
final y mudanza (verso 1): «La torre del Salvador»
Esta forma, (2-1-2-3-4-4-1) es la distribución de versos por frases cantadas en las tonadas más habituales en la jota moderna. Los antiguos, sin embargo, solían utilizar la distribución de versos 1-1-2-3-4-4-1.
La rondalla o conjunto instrumental se compone sobre todo de ejemplares de la familia de la cuerda pulsada, especialmente de guitarra, bandurria y laúd, aunque poco a poco se va recuperando el uso de guitarrico y guitarro, requintos, hierrecillos acompañados por percusión de castañuelas y panderetas. Sin embargo la investigación sobre el folclore atestigua que la jota, como otros géneros del folclore aragonés, se tocaba con todo tipo de instrumentos, como gaitas de boto, chiflo o salterio También llamado Chicoten, dulzainas, violines o flautas, en incluso acordeones.
En la rondalla habitual la guitarra es el instrumento grave y se toca con acordes rasgeados, marca el ritmo. La bandurria es la voz aguda y se encarga de las melodías instrumentales, mientras que el laúd funciona como instrumento contrapuntístico.
Como instrumentos de percusión se utilizaban tambores y cántaros, todo ello en épocas anteriores a la estandarización y utilización interesada que la jota sufrió durante el franquismo.
Su temática es muy variada y depende del momento para el que se crean: rondas, fiestas, labores del campo...
El destinatario interno de las letras de jotas es la mayor parte de las veces la amada y en ellas se expresan elogios, desdenes o elegías a la mujer desaparecida.
Otro tema recurrente es la exaltación, plegaria o devoción a la Virgen del Pilar. También para el campo. Habitual es asimismo el sentimiento de vinculación con la tierra y la patria chica. También existen jotas cuyo tema es una sutil denuncia social, jocosa y faltona.
Mas información
Instrumentos de cuerda
No hay comentarios:
Publicar un comentario